En Latinoamérica, diversas organizaciones se han comprometido con el uso de tecnologías de recolección de datos para promover el bienestar y mejorar la calidad de vida en sus comunidades. Estas organizaciones trabajan en diferentes sectores, desde la salud hasta el empoderamiento juvenil, y comparten el objetivo común de aprovechar la tecnología para obtener información valiosa y tomar decisiones informadas. A continuación, exploraremos cuatro ejemplos destacados de ONG en la región que utilizan tecnologías de recolección de datos para monitorear, evaluar y mejorar sus programas y proyectos.
Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC):
RSMLAC es una red regional de organizaciones de mujeres que promueven la salud y los derechos de las mujeres en Latinoamérica y el Caribe. Utilizan tecnologías de recolección de datos para monitorear y evaluar programas de salud, así como para abogar por políticas basadas en evidencia.
Fundación Rostros Felices:
Esta organización con sede en Perú se dedica a brindar atención médica y cirugías reconstructivas a niños con labio leporino y paladar hendido. Utilizan tecnologías de recolección de datos para realizar un seguimiento de los pacientes, evaluar el impacto de las intervenciones y mejorar la calidad de la atención.
Fundación Forge:
Forge es una organización que trabaja en varios países de América Latina para empoderar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad. Utilizan tecnología de recolección de datos para monitorear el progreso de los jóvenes en sus programas de formación, evaluar los resultados y mejorar la efectividad de sus intervenciones.
Manos Unidas:
Manos Unidas es una organización internacional de desarrollo que trabaja en diversos países de Latinoamérica. Utilizan tecnología de recolección de datos para monitorear y evaluar proyectos de salud comunitaria, especialmente en áreas rurales y remotas.
Las organizaciones de Latinoamérica están aprovechando el poder de las tecnologías de recolección de datos para transformar comunidades y promover el desarrollo sostenible en la región. Desde la promoción de la salud y los derechos de las mujeres hasta la atención médica especializada, el empoderamiento juvenil y los proyectos de desarrollo comunitario, estas ONG están demostrando que la tecnología puede ser una herramienta poderosa para el cambio social positivo. A través de la recolección de datos basada en evidencia, estas organizaciones pueden monitorear y evaluar sus intervenciones, adaptar sus programas según las necesidades y lograr un impacto más significativo en las vidas de las personas. Como resultado, se abren nuevas oportunidades para construir sociedades más justas, equitativas y saludables en la región.