La educación en el sector salud plantea todo un desafío tanto para estudiantes como para maestros, pues en muchas ocasiones las herramientas didácticas tradicionales no son suficientes para lograr las competencias que se esperan de un profesional de la salud. Históricamente se buscaba una delegación progresiva de capacidades de un docente hacia sus alumnos, por ejemplo, en cómo aprender a canalizar una vena para administrar líquidos o en los procesos mentales para establecer un diagnóstico. Sin embargo, la necesidad de ofrecer mayor seguridad a los pacientes requiere que la persona que realice estos procedimientos tenga ya una habilidad adquirida. Asimismo, existe un exceso de información que puede ser difícil de procesar para los estudiantes y que lleva inevitablemente a estrés y pobre desempeño. ¿Cómo lograr que la educación se vuelque hacia un aprendizaje significativo para estos estudiantes? ¿La tecnología puede brindar nuevas y mejores alternativas para educar en salud? A continuación exploraremos estos interrogantes.
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El uso de simuladores: esta tecnología nace de la aviación y de la tecnificación de los vuelos comerciales, y posteriormente ha sido transferida a todos los campos del conocimiento. En las ciencias de la salud ha evolucionado vertiginosamente, desde simuladores que permiten practicar maniobras de reanimación hasta procedimientos quirúrgicos completos. Algunos de estos simuladores imitan el llanto de un recién nacido, las contracciones de un parto o las complicaciones de una cirugía, y han demostrado permitirle a los estudiantes repasar la teoría sobre pacientes simulados, mejorando su confianza en el desarrollo de tareas y por tanto, logrando un desempeño superior en la atención a pacientes reales. La educación médica en el siglo XXI es imposible de pensar sin simuladores, hoy en día prácticamente todas las escuelas de medicina cuentan con esta tecnología en mayor o menor medida, en algunos casos alcanzando inclusive a convertirse en «hospitales simulados».
El uso de realidad aumentada para los laboratorios de ciencias básicas: Anteriormente los hospitales universitarios utilizaban cadáveres de personas no identificadas, o muestras de tejidos anónimas para poder revisar algunos conceptos de anatomía; e inclusive recurrían a práctica entres los mismos estudiantes para obtener las muestras necesarias para realizar algunos laboratorios. Y aunque estas prácticas difícilmente desaparecerán, pueden ser complementadas con aplicaciones de realidad aumentada que hoy permiten realizar disección virtual o exploración de tejidos con microscopios basados en la nube.
Por otro lado, avances que existen en todas las áreas también tienen repercusión en la educación en salud, por ejemplo la gamificación, las calculadoras inteligentes, el aprendizaje basado en casos y las redes sociales han hecho que estudiantes de todo el mundo mejoren sus capacidades y disfruten el proceso de aprender. Y aunque todas estas herramientas ya existían desde antes de la pandemia del COVID19, el cambio de paradigma durante este año ha hecho consciente a toda la comunidad educativa de la importancia de contar con estas tecnologías y sacar de estas el mayor provecho.
Para ampliar información sobre este tema puede consultar los siguientes recursos:
- Figure 1, CNN en Español: https://cnnespanol.cnn.com/2016/08/02/figure-1-la-aplicacion-que-ayuda-a-los-medicos-a-diagnosticar-tan-bien-como-dr-house/.
- Virtual Reality to the Rescue, Colorado State University: https://cvmbs.source.colostate.edu/virtual-reality-to-the-rescue-innovative-pilot-program-transcends-remote-learning/
- Medical Simulation-Based Training: The Future of Health-Care: https://labblog.uofmhealth.org/med-u/medical-simulation-based-training-future-of-health-care